En Altea se celebran a lo largo de todo el año múltiples
fiestas de gran tradición popular. Como el Carnaval, en febrero
o marzo, y la Semana Santa, entre marzo y abril, una de las manifestaciones
culturales y religiosas de más arraigo entre la población.
El 24 de junio, festividad de San Juan, en el Barrio
del Fornet del pueblo antiguo de Altea, tiene lugar la Plantá
de l'Arbre, fiesta en la que los solteros de la zona plantan un
árbol siguiendo una antigua tradición.
Otra importante celebración es la Virgen del Carmen,
el 16 de julio, día en el que la imagen de la virgen es trasladada
en barca por la bahía de Altea en una bellísima procesión marinera.
En la pedanía de La Olla, el tercer sábado de agosto,
se celebra el Castell de L´Olla, fiesta de pirotecnia terrestre
y marítima que goza de merecida fama internacional.
La última semana de septiembre, Altea celebra los
tradicionales Moros y Cristianos, fiestas mayores en honor al
Santísimo Cristo del Sagrario y a San Blas. Durante estos días
tienen lugar los típicos desfiles de los bandos moros y cristianos
que llenan la ciudad de música y olor a pólvora.
Cada verano se celebra la Mostra de Artesanía de
Altea, especializada en artesanía creativa. La Mostra se ubica,
año tras año, en un magnífico emplazamiento: la Plaza de la Iglesia
del Consuelo, una de las imágenes más emblemáticas de la Costa
Blanca.
Otro de los grandes atractivos de Altea es su gastronomía,
basada en los productos del mar y de la huerta. Entre los platos
típicos de la zona destacan el arroz a banda, que se sirve acompañado
de all i oli, y el caldero, ambos elaborados con caldo de pescado.
El arroz al horno, cocinado con pollo, costillas
de cerdo, embutidos, patatas y garbanzos, o el arroz empedrat,
con habichuelas y bacalao, también forman parte de la tradición
culinaria alteana.
Otros suculentos platos que pueden degustarse en
los restaurantes típicos de la zona son los caracoles con cebolla,
el cruet de peix -guisado de pescado- y erizos, y un delicioso
pastel llamado coca a la lluma.